6.9.08

Ocho consejos para mejorar su propia seguridad al volar

Todos tenemos la percepción de que es prácticamente imposible salir con vida de un accidente aéreo. Desde luego, como bien nos ha demostrado el dramático suceso que hemos vivido hace bien poco en Madrid, las probabilidades son muy escasas, pero hoy he encontrado una página en la que se nos ofrecen unas cuantas ideas que, por poco que sea, incrementan nuestras posibilidades de, o bien no sufrir un accidente, o bien salir con vida de él (aunque es obvio que esto dependerá más de otros factores) o bien no sufrir algún percance en determinadas circunstancias de vuelo más habituales de lo que nos gustaría.

Los consejos están en la web Air Safe, que además incluye otras informaciones interesantes, por ejemplo los nombres de compañías aéreas que llevan desde 1971 sin sufrir un accidente fatal. Obviamente, esta información también hay que valorarla en su justa medida, ya que por razones puramente estadísticas las grandes compañías tienen mucho más difícil mantener un registro como éste de casi 47 años sin accidentes, que las pequeñas que operan muchos menos vuelos.

Pero volviendo al tema del inicio, los consejos de los que les hablaba son estos:

1. Vuele sin escalas
Como por desgracia hemos podido comprobar en el accidente de Barajas, el despegue y el aterrizaje son los momentos con más peligro de cualquier vuelo, así que si podemos minimizar en nuestros viajes la cantidad de salidas y llegadas a aeropuertos reduciremos una parte del riesgo

2. Elija aviones grandes
Hay dos razones para esto: el diseño y el mantenimiento de los aviones de más de 30 pasajeros son todavía más estrictos; además, en caso de siniestro la estadística demuestra que en los aviones más grandes las tasas desupervivencia son mayores.

3. Atienda a las instrucciones de seguridad de las azafatas
Sí, son aburridas y las hemos oído mil veces, pero en cada modelo de avión las salidas de emergencia están ubicadas en un lugar diferente y su vida puede depender de saberlo.

4. No ponga objetos demasiado pesados en el portaequipajes sobre su cabeza
Si su vuelo atraviesa una zona de turbulencias y hay objetos pesados en el portaequipajes estos pueden resultar más peligrosos de lo que parece. Si su equipaje de mano pesa mucho hable con la tripulación y que lo coloquen en otro lado.

5. Mantenga el cinturón puesto mientras está sentado
De nuevo de cara a las turbulencias, mantener nuestro cinturón de seguridad puesto puede ahorrarnos un disgusto y, en algunos casos, incluso salvarnos la vida.

6. Escuche y obedezca a la tripulación
La primera función de las tripulaciones en los vuelos es velar por nuestra seguridad, así que siga sus instrucciones en todo momento.

7. Cuidado con el alcohol
El interior de los aviones tiene una presión equivalente a la de una ciudad a unos 1.000 metros sobre el nivel del mal, con lo que el alcohol puede afectarle algo más de lo normal o de lo que le afectaría al nivel del mar. Además, es obvio que no es el lugar para "marcarse un melendi", como se le llama ahora. Aunque no lo parezca, su actitud puede ponerle en riesgo a usted mismo y al resto del pasaje.

8. Concéntrese en usted mismo
En situaciones de emergencia como una evacuación siga las instrucciones de su tripulación y abandone el avión lo antes posible. Manténgase concentrado en su propia situación y no en la del resto del pasaje o en otras circunstancias.

En cualquier caso, me parece adecuado recordar aquí que, a pesar de lo tremendo de sucesos como el que se ha vivido hace tan poco en Madrid y del impacto emocional que tienen en todos nosotros, el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro estadísticamente hablando. Los accidentes ocurren, por desgracia, y la seguridad absoluta es imposible en éste como en otros ámbitos, pero no debemos olvidar que, además de práctico y bello, volar es extremadamente seguro.

Vía The Travelers Notebook

1 comentario:

Tamara dijo...

Buenos consejos, aunque para los que sentimos miedo real al volar (y hemos vivido momentos concretos de angustia), lo mejor es el autocontrol y la autorrelajación.
Eso, y ajo y agua si queremos seguir volando.
Un besote, Carmelo.